Un saludo de fin de año

Pocas veces uno se detiene en lo que implica una práctica del uno por uno, tan discreta frente a las exultantes masas que puede movilizar la política. Sin embargo esta preocupación por lo social ya se encuentra en la creación de “dispensarios” impulsados por Freud, en los creados por Stekel, en la argumentación falaz de las “psicoterapias de grupo”, en los intentos fallidos de conjugar el psicoanálisis con el marxismo, con la religión, en la manipulación de la selección de personal, en las urgencias de las “prepagas”, en supuestos diálogos interdisciplinarios. ¡Ser sociable, ya que tan poco se incide en lo social!
Y, de pronto, se despierta a la soledad del psicoanálisis y quisiera ponerse de acuerdo aunque sea con los que son de la misma “capilla” (como decía Freud, cuando explicaba la eficacia social del Witz) y cuando cree lograrlo ya está en una ensoñación que lleva al sueño. Y vuelve a despertar, despejado por el descanso y prosigue.
Ahora, en el sueño colectivo de lo que llamamos las fiestas (obligadas habría que decir) nos saludamos, nos felicitamos y brindamos – con o sin alegría, da lo mismo – porque al fin nosotros también somos parte de este presente del plural y podemos desear, podemos desear la persistencia de un psicoanálisis digno del descubrimiento de Sigmund Freud y de los audaces avances de Jacques Lacan.
Saludo a cada uno, saludo a los amigos.

Germán García
Buenos Aires, diciembre 2010


INSTITUTO OSCAR MASOTTA

Diez años de su fundación

Carta de Eric Laurent


El IOM o la epopeya del campo (freudiano)



Acabo de estar presente en el festejo del aniversario de los diez años de la ELP. Estoy encantado hoy de estar entre vosotros para festejar el aniversario de los diez años del IOM en la ocasión de su Seminario Intensivo.

Se Bailo en la ELP. No se donde se bailara en el IOM. Si será en Buenos Aires, o en las cuidadas en las cuales el IOM ha crecido ‘exponencialmente’ como dice Samuel Basz: Tucumán, Salta, Jujuy, Mendoza, Ushuaia, La Plata.

Podría ser que sea en alguna de las 27 ciudades del interior en las cuales el IOM tiene actividades o en las 13 en las cuales hay un CID. Podría ser que sea en las que participan de las jornadas Regionales del Noroeste o de la Patagonia. Lo que estoy seguro es que la alegría estará presente, cualquiera sea la modalidad.



En diez años, a partir de un Comité de iniciativa reducido, compacto, el IOM atravesó el país del norte al sur. Atraviesa ahora también el campo virtual con páginas Web y blogs. El IOM hace también atravesar el país a sus docentes. Más de cien me dicen.

Estas iniciativas han tomado la forma de la afirmación creciente de una enseñanza homologa a las del Instituto de Buenos Aires, el ICBA. Por lo tanto el IOM no se especulariza con el ICBA. El IOM instala una dialéctica fructífera entre sus docentes y sus participantes. Da la ocasión de ponerse a prueba como enseñantes en lugares en los cuales el público está constituyéndose.

El IOM es un ’work in progress’, un lugar de invención, también en sus instancias institucionales. Se creo un nuevo Consejo asesor que, junto al Comité de iniciativa, añade a un representante del Consejo de la EOL y la Directora del ICBA. El IOM así se responsabiliza cada vez más de sus efectos de formación sobre los análisis y los controles.

En tres años, el programa de las Jornadas Nacionales ha pasado de ‘la enseñanza y las identificaciones’ a ‘el lenguaje y el goce’ pasando por el Síntoma. El IOM ahora pude hacerse cargo de temas delicados.

El IOM lleva el apellido de un pionero, Oscar Massotta que fue un hombre singular. El IOM lo es también. No es un ideal, es una epopeya. Está atravesado por tensiones, desacuerdos, rivalidades, voluntades fuertes. No es un espacio fácil. Es así que se crece. Saludo al IOM en la ocasión de su primera década. Habrá muchas otras.



Eric Laurent